
EL OJO DEL ELEFANTE
Cuenta una historia procedente de Camerún que un elefante cruzaba un río. De repente uno de sus ojos se salió de la cuenca y cayó al fondo del agua.
El elefante, enloquecido, se puso a buscar por todas partes, pero en vano. El ojo parecía a todas luces perdido.
Mientras se agitaba en medio del río, a su alrededor, los animales acuáticos, los peces, las ranas, y también los pájaros y las gacelas que permanecían en la margen, le gritaban:
-¡Cálmate! ¡Tranquilo, elefante! ¡Cálmate!
Pero el elefante no los oía y siguió buscando el ojo, sin encontrarlo.
-¡Tranquilo! –le gritaban-. ¡Tranquilo!
Finalmente los oyó, se detuvo y los miró. Entonces el agua del río se llevó suavemente el cieno y el lodo que el elefante había levantado con su movimiento. Entre sus patas vio el ojo en el agua, que se había vuelto clara.
Lo recogió y lo volvió a colocar en su sitio.
CARRIÈRE, J.C., El círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero, LUMEN, Barcelona, 2001.
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