sábado, 9 de enero de 2010

CALDERÓN DE LA BARCA, "LA VIDA ES SUEÑO"




LA VIDA ES SUEÑO (CALDERÓN DE LA BARCA)

EL BARROCO

El término Barroco nació como denominación despectiva y durante tiempo fue considerado sinónimo de mal gusto y extravagancia: un arte que se oponía a la armonía clásica.
De lo firme o lo sólido del XVI, se pasa a la tendencia a lo ornamental, a lo fugaz del XVII. Y por contraste, esa consciencia de lo inconsistente provoca un anhelo de eternidad que le lleva a considerar las realidades terrenas como efímeras, imágenes propias de la representación teatral o del sueño.

COMPOSICIÓN
La obra se compuso entre 1632-35; se estrenó en 1635 y se publicó en 1636 en dos ediciones (Madrid y Zaragoza). En cuanto al subgénero drámático al que pertenece; en el siglo de Oro se aplicaba la denominación de comedia a las obras teatrales en tres actos. Si se atiende a su estructura interna y al conflicto escénico, habría que hablar de tragedia. Si se toma en cuenta el desenlace, el término drama es el más adecuado.

TEMAS
La obra es la dramatización del paso de la violencia a la prudencia de la oposición entre la libertad (libre albedrío) y el destino.

1. La vida es sueño es básicamente un drama sobre la libertad del hombre y sus implicaciones y recoge una de las grandes cuestiones religiosas de moda en el XVII:
- La del libre albedrío a partir de la reforma protestante; los protestantes creían en la predestinación, pero para la iglesia católica, el hombre es responsable de los actos que realiza conforme a su libre albedrío. En La vida es sueño, Basilio se equivoca al creer que el destino de un hombre está sometido a lo escrito en las estrellas y al creer que puede evitarlo y Segismundo demuestra que el hombre es capaz de vencer a sus instintos y regirse por la razón.
- Calderón distingue entre la libertad física o material de sus personajes y la libertad moral o de su voluntad. Muchos de sus héroes están violentamente privados de la primera, pero conservan la segunda (Segismundo).

2. La vida como sueño. El tema está muy ligado al sentimiento del barroco del desengaño que desenmascara las apariencias con las que se cubre la auténtica vida. En Calderón aparecerá unido al de la vida como teatro o representación.

3. El honor/la honra. El tema del honor sirve de eje a la acción secundaria protagonizada por Rosaura. Se trata de un tema usado por profusión por Calderón en su obra y responde a un concepto que proviene de las órdenes de caballería medievales y que impone una “ley tan rigurosa” como es la de lavar el deshonor con sangre o con la retirada a un convento (Rosaura). En La vida es sueño aparecen las contradicciones que provoca tan rígida ley social –un cliché literario- atenazando a un personaje como Clotaldo y provocándole un conflicto moral y afectivo.

4. El miedo al horóscopo. En La vida es sueño los hados, las estrellas… simbolizan aquellos factores que no dependen del ser humano pero que influyen sobre él. En último término se está hablando de la omnisciencia y providencia divinas frente al conocimiento limitado y erróneo del hombre. Por eso Basilio se equivoca cuando trata de evitar algo que no depende de él; yerra al querer conculcar la libertad de otro ser humano y oponerse a los planes de Dios. No puede saltarse el derecho natural y divino al negar a su hijo el acceso a un trono que le viene directamente de Dios.

5. La razón de Estado y la legitimidad del poder. Basilio es un tirano para su hijo Segismundo y éste está a punto de serlo también. Por razón de Estado, Basilio quiere librar a su pueblo de un tirano (su hijo), pero, a la vez, se convierte él en uno. Calderón resuelve el conflicto haciendo que Basilio reconozca su error, y Segismundo actúe con prudencia.

ESTRUCTURA DRAMÁTICA (ESPACIO Y TIEMPO)
3.319 versos distribuidos en tres actos o jornadas. Está situada en un tiempo remoto –podría tratarse de la Edad Media- y en un lugar lejano al espectador, Polonia.

La obra presenta dos acciones (Segismundo y Rosaura) que se desarrollan paralelamente en un proceso que reparará las injusticias cometidas con sus protagonistas respectivos –la prisión injustificada y la deshonra-. Ambas intrigas no están meramente yuxtapuestas; la intriga secundaria (Rosaura) es el instrumento necesario para la conversión de Segismundo. El amor que despierta en él es lo único que recuerda como verdadero al volver a la torre.

El tiempo puede reducirse a dos días para los dos actos primeros, y algunos después para el último acto.

El lugar en que se sitúa, Polonia, es lo suficientemente exótico y alejado como para no interpretar en términos de crítica a la monarquía lo que se plantea como un problema en abstracto. La unidad de lugar no se respeta, la obra transcurre en tres espacios escénicos. Los dos primeros serán los más importantes:

El monte es el ámbito de lo bárbaro, el lugar de las fuerzas primarias. La torre-prisión es la cueva, la caverna, con la que se relacionan la sombra, la cárcel, el desorden.
El palacio es el lugar donde impera el orden civilizado, es el modelo de la sociedad, la libertad, la luz y el orden.
Estos dos espacios funcionan a lo largo de toda la obra como ambientes antagónicos, contrapuestos y simbólicos que se enfrentan en la misma permanente contradicción que otras series de elementos: príncipe/preso, persona/fiera, hombre/mujer…
En el tercer espacio, el campo, se opera una transformación, de forma que se convierte en el lugar en que se supera la oposición y se resuelven las injusticias.

PERSONAJES

SEGISMUNDO
En él puede verse al ser humano a lo largo de su carrera vital, cuyos problemas y sentimientos universaliza el autor; su conflicto interno es el de un individuo concreto, pero también el de todos los hombres enfrentados a la incertidumbre de su existencia y de la trascendencia.
El personaje tiene además una dimensión literaria, como Edipo, Faetón o Prometeo; como este último, está dispuesto a luchar con las más altas potencias por conseguir sus derechos como persona y permanece encadenado mientras sus pasiones le roen las entrañas. El orden no se restablecerá hasta que no sea capaz de doblegar sus impulsos. El cometido del héroe, su función dramática es la de encarnar la posibilidad de torcer el destino mediante la conquista de las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

ROSAURA
Su nombre está cargado de resonancias poéticas y acumula diversos tópicos de la comedia aúrea: la mujer deshonrada, la dama que se disfraza de varón para conseguir el amor de un hombre… En este personaje conviven las naturalezas femenina y masculina; es apasionada y decidida y su firme determinación es el rasgo más característico.
Además es un personaje con una importante dimensión simbólica que excede su propia individualidad. Rosaura es hija de una relación extramatrimonial y ella misma viene a vengarse de un agravio, es decir, simboliza la deshonra y la lujuria (su entrada en escena).
En cuanto a su función dramática, lo más característico es
a) su situación paralela a Segismundo: ambos buscan a sus padres, han sufrido una injusticia y cambian de apariencia
b) su participación plena en la doble trama: es el elemento principal de la trama amorosa y el elemento desencadenante de la lucidez y buen obrar de Segismundo.

BASILIO
Su nombre deriva del griego “rey” y representa la figura de monarca y padre, dos dimensiones ligadas arquetípicamente.
En el primer sentido se trata del rey científico y vanidoso que creyó poder alterar el destino y cuya soberbia le hace olvidar que todo el universo se subordina al poder del creador.
Como rey –encarnación del poder- se enfrenta a un problema político y ético: la sucesión del reino. Como intelectual, se enfrenta a una compleja cuestión: el libre albedrío frente al poder del destino. En ambas cosas se equivoca.
Como padre, el sentimiento hacia su hijo oscila entre el amor y el temor. Sólo al final aprende la lección del destino, experimenta su propio desengaño y se da cuenta de que ha sido su arrogancia la que le ha llevado a equivocarse.

CLOTALDO
Su papel es el de ayo, una tradición literaria que puede remontarse en España hasta el Padronio de El Conde Lucanor. En la obra tiene la función de servir de intermediario entre los dos ámbitos contrapuestos que son el palacio y la torre. Además realiza una verdadera función de preceptor del príncipe, a quien aconseja en el momento de su prueba decisiva.
También es uno de los personajes con un mundo interior más rico y complejo. Sus dilemas hacen que no sea una figura plana y plantean a través de él un tema muy frecuente en Calderón: la de líos privados y los límites de la obediencia.

CLARÍN
Responde al esquema característico del gracioso barroco: un antihéroe que ironiza, parodia y rompe la escena propiciando el distanciamiento. Su miedo, su locuacidad –de ahí viene su nombre- y su desenfado, son sus notas características. Sin embargo, en él se da una dimensión trágica infrecuente en este tipo de personaje: muere, y con su muerte condensa la lección de la obra. Su muerte es un castigo a quien se niega a afrontar los avatares de la existencia.

ASTOLFO Y ESTRELLA son el galán y la dama de la acción secundaria.

NOS ACERCAMOS A "LA VIDA ES SUEÑO"